Una mañana a la seño empezó a dolerle mucho la barriga y Raúl se acordó de lo que teníamos que hacer. Así que llamamos rápidamente al 112 y aunque no lo cogieron, apareció en ese instante un enfermero. Menos mal que a la seño se le pasó todo y aprovechamos la visita de Baltasar para resolver dudas y repasar los órganos y los huesos.
Nos contó muchas cosas interesantes y nos hizo algunos regalitos para jugar a los médicos.
Nos gustó tanto que cuando la seño le estaba agradeciendo su visita, comenzaron algunos aplausos tímidos y fueron creciendo como si fuéramos estudiantes universitarios en un congreso.
Esa tarde Manu le contó a su padre cómo salían los bebés de las barrigas de sus mamás. El padre intentó contarle la historia de la cigüeña... pero algo que se vive tan de cerca y viendo el cuerpo tan por dentro... no lo cubre una historia contada.
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