miércoles, 16 de noviembre de 2011

Origami

      Aparece Rafa con un Origami, ese juego que se hace con papiroflexia, se colorean unos triangulitos, se escribe debajo un adjetivo y "Dime un número y elige color..." y por suerte no te tocan los malos... Bueno pues ese. Yo sí jugaba de pequeña, claro que soy muy joven... Y hasta hoy no me había dado cuenta lo constructivista que era hacer uno y jugar.

    Así que menos mal que mi Programación en flexible y abierta y se basa en los intereses de los niños/as. Porque lo que tenía planeado, lo he aparcado y nos hemos sentado en el corcho a hacer un Origami cada uno. Sí, lo han hecho ellos con mis indicaciones.

      Convertimos un rectángulo en un cuadrado. ¿Cómo? Hacen propuestas hasta que sale la solución. Doblamos una esquinita para hacer un triángulo y lo que sobra lo recortamos. Cuando desdoblamos nos encontramos con el cuadrado y una línea. La línea la orientamos en vertical y juntamos esquina de arriba con la esquina de abajo (cuántas fichas se harán de pega la pegatina en las esquinas del cuadrado sin fin alguno...) Presionamos bien en el doblez. Ahora las otras esquinas. ¿Veis el centro del cuadrado, marcado por el cruce de las líneas? pues llevamos las cuatro esquinas hasta allí. Ponemos el cuadrado boca abajo, tapando lo que hemos hecho y hacemos lo mismo del revés. ¿Cuántos triángulos veis? ¿4?, ¿6? ¡Muy bien 8! Pues coloreamos cada uno de un color diferente.


Ahora pensamos las palabras que pueden salir. Mejor que sean cosas buenas ¿no?
¡No! Feo, ¿cómo se escribe feo? Bueno, pero solo una mala. Menos mal que Dorian y Faustino, apoyan mi propuesta y no quieren escribir nada malo. Rafa propone uno bueno y uno malo, como ha hecho con su madre, porque es divertido que te salga "cabezota". Les pongo unos cuantos adjetivos en la pizarra y ellos eligen lo que quieren poner debajo de cada color. Normalmente no pongo nada para que copien, pero esta vez me viene bien, que durante el juego lean la palabra elegida y que esté bien escrita. Además para elegirla, también tienen que leerla...



            Bien pues, solo queda una cosa, cerrarlo, meter los deditos y coordinar los movimientos de la mano para que se vean primero cuatro colores y luego los otros cuatro. Abrir y cerrar tantas veces como elija al que le hacemos el juego.

           Hemos tardado más de una hora en hacerlo, se me ha pasado volando y creo que a ellos también, no nos dabamos cuenta del proceso tan complejo por el que hemos pasado y las áreas que hemos tocado: lógico-matemáticas, lectoescritura, educación artística, educación en valores, psicomotricidad, autonomía, autoestima...




Y tan orgullosos estábamos, que hemos ido a practicar con las otras clases de 5 años:



 

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