Cada uno/a tenemos una pinza con nuestro nombre que cambiaremos de lugar, según nos sintamos.
Adrián A. se ha caído en el patio y en cuanto hemos vuelto a clase ha puesto su pinza en el emoticón triste porque decía que así se sentía.
Ali dice que el emoticón alegre con tantas pinzas parece un sol.
Cuando quitamos la pinza del icono sonriente, es una buena forma de decirles a los demás indirectamente, algo me pasa, ¿quieres que te lo cuente? Y seguramente, después me encuentre mucho mejor.
Aprovecho para recomendar mi última adquisición:
Para las seños con algún niño que transmite sus enfados pegando a otros, o si tienes un hijo/a y no sabes qué hacer para controlar sus impulsos... ¡Es perfecto!
Muy tierno, muy emocional y muy de besar, por supuesto.
Es genial como consiguen expresar sus emociones. Buena idea Patricia.1saludo
ResponderEliminarMe encanta tu blog y desde mi blog te he concedido dos premios: http://trabajandoenedinf.blogspot.com.es/2014/01/dos-premios-mi-blog.html Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Raquel. Me siento muy alagada.
ResponderEliminar