Desde que pusimos el nuevo mes, además de marcar los cumpleaños, las fiestas señaladas y los festivos, dibujé un payaso en el cuadradito del día 13. Cada día alguno se acercaba al almanaque para contar cuántos días quedaban para la esperada.
Estos payasos además de hacernos felices durante varios minutos a grandes y pequeños, actúan para entregarle el dinero donado voluntariamente, a chicos y chicas mayores de 18 años que ya no tutela la Junta de Andalucía y no tienen recursos.
Nos acomodamos nerviosos ante lo que nos espera.
Aparecen los Payasos en el patio de butacas y sus ojos dejaron de pestañear.
Alguna nena de 3 años rompe a llorar pero le dura poco.
Al cabo del rato uno de los míos rompe a llorar diciendo q no le gustan los payasos. Le pongo junto a mí detrás de una columna, pero que le estorba más que otra cosa porque no paraba de asomarse...
Bailamos...
Y nos divertimos mucho.
Y para rematar tenemos un encuentro con una de las protagonistas.
Y mi Paula no tiene otra cosa que preguntarle que: ¿Y tú por qué eres una payasa?
Muchas gracias a los payasos y a la payasa por su labor social desinteresada. De rebote disfrutamos muchos más. Lo habéis hecho fenomenal.
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