Son muchas las emociones que sentimos al cabo del día y reconocerlas puede solucionarnos algunos problemas en la vida.
No pasa nada si nos enfadamos, solo hay que saber reconocerlo y aprender a canalizar nuestra respuesta. Nos podemos sentir tristes, tanto hasta llorar por ello, pero no pasa nada.
Hoy les he regalado una pinza a cada uno/a y les he preguntado si creían que podía ser más bonita a lo que han respondido que sí. Si le pintaran corazones, flores... así que les he dado los rotuladores y las han decorado a su gusto. He escrito su nombre en cada una.
Les he presentado mis caritas y tenían que adivinar cómo me sentía cuando me las ponía en la cara. Les he preguntado cuándo se sentían ellos/as así para hacerlas suyas.
Las hemos colgado y le hemos pegado nuestra foto a cada pinza para asegurarnos cuál era la de cada uno/a.
Nos hemos asignado una carita según nos sentíamos en ese momento.
Casi siempre nos dicen que no debemos llorar y es que a nadie le gusta ver a nadie en ese estado y hacemos lo posible por evitarlo. Pero es lo que sentimos y no pasa nada por expresar nuestros sentimientos. Aunque nos ha costado poner la pinza en la carita llorona sin sentirnos mal por ello, lo mejor ha sido cuando ha pasado un ratito y ha venido a decirme: Seño ahora estoy contenta.
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